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AdBlue, ¿qué es, para qué sirve y cómo se reposta?

En la actualidad las normativas anticontaminación han provocado que los fabricantes tengan que buscar alternativas para tratar de reducir las emisiones de los coches. Los filtros antipartículas y el downsizing son buenos ejemplos de los cambios que se están produciendo en la industria. En el caso de los diésel de un tiempo a esta parte se ha empezado a hablar del AdBlue. Aquí te presentamos una guía de todo lo que tienes que saber de él, incluso de cómo recargarlo en las gasolineras.

 

Los vehículos diésel son capaces de emitir una menor cantidad de CO2 a la atmósfera, pero en contra escupen una mayor cantidad de otros gases altamente dañinos, principalmente los famosos NOx, los óxidos de nitrógeno que todos conocemos que en altas concentraciones pueden causar serios problemas para la salud. Por este motivo los fabricantes han tenido que echar mano de “algo más” que las tradicionales armas reductoras de emisiones, y en este caso hablamos del AdBlue, el cuál es capaz de obrar milagros.

 

En la actualidad una gran cantidad de vehículos diésel ya disponen de depósitos extra para cargar el líquido, generalmente la boca de recarga la encontramos justo al lado de la boca del depósito principal. Es fácil reconocerlo por su color azul. En un futuro todos los diésel acabarán por contar con este sistema de reducción de emisiones, dado que las futuras normativas anticontaminación obligarán a su instalación.

recargar adblue
deposito adblue

¿Cómo actúa el AdBlue?

 

El problema que hay con los óxidos de nitrógeno es que no se pueden atrapar de una forma sencilla, necesitan una reacción química para ser neutralizados, al menos en su mayoría, y esta ocurre en el catalizador. Los vehículos diésel emplean una mezcla de combustible rica en aire para así reducir los consumos, esos gases residuales generados en el proceso de funcionamiento son dirigidos al catalizador, allí se inyectan cantidades minúsculas del aditivo con un 32,5% de urea que todos conocemos por su nombre comercial, AdBlue.

 

Las reacciones químicas se producen de forma natural, juntando los gases del motor, las microinyecciones de AdBlue al 32,5% y el calor. Una centralita analiza cuánta cantidad de AdBlue se necesita suministrar a la mezcla dado que esa cantidad puede variar en función del régimen de revoluciones al que estemos circulando. De esta manera el proceso consigue reducir de forma notable la cantidad de NOx que se expulsan a la atmósfera, transformando la mayoría de ellos en CO2, agua y nitrógeno.

Ventajas e inconvenientes del AdBlue

 

La ventaja principal ya está dicha, la reducción de emisiones contaminantes y perjudiciales para la salud y para la atmósfera. Hay que decir que este sistema no hace que el coche pierda prestaciones o aumente el consumo ya que actúa una vez se ha producido el ciclo de funcionamiento del motor. Pero cierto es que el AdBlue presenta una serie de inconvenientes que es necesario saber para que no tengamos sustos de cara al futuro.

 

Dado que es un líquido que hay que recargar es necesario estar pendiente de su nivel y rellenarlo de vez en cuando. ¿Cada cuánto? Pues tranquilo porque es cada mucho tiempo. La media estándar de un depósito de AdBlue se sitúa en torno a los 20 litros, y con esta cantidad tendremos suficiente para realizar 20.000 kilómetros aproximadamente. En un uso normal lo más habitual será hacer la recarga en las correspondientes revisiones del coche, pero en caso de no llegar la mayoría de gasolineras de España disponen ya de surtidores particulares para el AdBlue. El precio de esos 20 litros ronda los 40 euros, así que barato no es, pero duradero sí.

tapon adblue

Al igual que estamos pendientes de no quedarnos sin gasolina debemos estarlo del AdBlue. Tampoco supone un mayor problema ya que el coche avisa cuando el nivel del líquido está cerca de agotarse. Conviene hacerle caso al testigo porque en caso de ignorarlo podemos enfrentarnos a problemas más serios.

 

Si llegamos al final del depósito la centralita reconocerá el problema como fallo de motor, por lo que éste entrará en modo de seguridad cortando de forma drástica el rendimiento y en algunos casos impedirá volver a arrancar. Si esto pasa tendremos que ir a una de las muchas gasolineras que lo sirven, más de 40 en Madrid, y pedir una garrafa de AdBlue o en su defecto de urea al 32,5%. Ojo con los líquidos que vertimos en el depósito que no todos valen. En caso de echar el que no es el ordenador del coche detectará que la reacción química no se está produciendo correctamente y una vez más entrará en modo de seguridad.

 

Los fabricantes han previsto casi cualquier circunstancia, pero siempre hay situaciones extremas que son complejas de salvar. Si hablamos del AdBlue, hay que tener especial cuidado en climas fríos, especialmente en entornos donde las temperaturas puedan bajar de los -10ºC. Todas las marcas han instalado calentadores eléctricos en los depósitos, pero si el coche está parado no actúan por lo que no impiden la congelación del líquido. Mucho cuidado con poner en funcionamiento el coche antes de que se caliente el líquido porque una vez congelada la urea crea pequeños cristales que pueden dañar los inyectores y la bomba. Así que si nos encontramos en este caso lo mejor es dejar parado el coche con el motor en marcha hasta que consiga subir la temperatura hasta el punto óptimo que suele rondar los 90º.

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