Un coche está compuesto de cientos de miles de piezas diferentes. El motor es el alma y el corazón, sin él nada funciona, y dentro de él encontramos multitud de elementos diferentes. Las bujías son solo una pieza más en un impresionante puzle de sincronización, aceite y gasolina, pero son fundamentales para que el motor funcione. Sin ellas no podemos ir a ningún lado.